Ayudar a tu hija a atravesar la pubertad
Durante la pubertad, puede ser difícil saber qué es «normal» y qué no. En este artículo, compartimos algunas de las preocupaciones más comunes de las niñas e incluimos consejos de expertos, para que puedas estar seguro de que estás ayudando a tu hija a atravesar la pubertad de la manera correcta — y a buscar apoyo cuando ella lo necesite.
Nadie tiene por qué sufrir un dolor menstrual insoportable.
Los cólicos regulares son un dolor prolongado de leve a medio en la parte baja del abdomen, la parte baja de la espalda e incluso la parte superior de las piernas. Estos son normales. Nuestro artículo Ayudarla a controlar el síndrome premenstrual y los cólicos está repleto de consejos útiles que puedes compartir con tu hija.
El dolor menstrual intenso no es lo mismo que los cólicos menstruales extremos. Estos son los que, con frecuencia, le impiden ir a la escuela o no disminuyen con los analgésicos de venta libre.
Entre el 5 y el 10 % de las mujeres experimentan un dolor menstrual tan intenso que perturba su vida cotidiana
Fuente: Women’s Health Concern 2017
Es más probable que se produzcan el primer día del período, o pocos días antes. Pueden ser causados por un problema médico subyacente o una afección llamada dismenorrea. En estos casos, lo mejor es hablar con el médico.
Mientras que la mayoría de las niñas esperan que les crezca vello en los brazos, las piernas y la zona púbica, ¡tu hija podría sorprenderse al ver que también crece en otros lugares! Desde el labio superior hasta los pezones y la barbilla, es normal y nada de lo que avergonzarse.
Ella puede decidir si desea extraerlo, pero no hay reglas. Puedes ayudar asegurándole que el crecimiento del vello es normal y platicando sobre las diferentes formas en que puede extraerlo, si eso es lo que ella quiere.
Mientras que muchas de nosotras experimentamos irritabilidad o mal humor durante nuestros períodos, ayudar a tu hija a atravesar la pubertad significa controlar la intensidad de sus cambios de humor premenstruales.
Si presenta cinco o más de los siguientes síntomas del síndrome premenstrual en un nivel preocupante, puede tener un síndrome llamado trastorno disfórico premenstrual (PMDD):
Tristeza profunda o desesperación, con posibles pensamientos suicidas
Llanto
Fatiga
Irritabilidad duradera y problemas de ira
Desinterés en las actividades y relaciones cotidianas
Poca energía
Sentimientos duraderos de tensión o ansiedad
Dificultad para pensar o concentrarse
Antojos de comida o atracones
Ataques de pánico
Sentirse fuera de control o abrumada
Afortunadamente, el PMMD puede controlarse con tratamiento, así que, si crees que tu hija puede estar sufriendo de ello, programa una visita al ginecólogo para obtener un diagnóstico.
El manchado intermenstrual puede ser confuso, por no decir más. Es un leve sangrado vaginal que ocurre entre las menstruaciones. Si se produce justo antes o después del período habitual, lo más probable es que sea normal. Sin embargo, si ocurre con frecuencia o de manera impredecible, considera la posibilidad de llevarla al médico.
Aunque no lo desee, es normal que aumente un poco de peso. Parte de ayudar a tu hija a atravesar la pubertad implica asegurarle que es algo natural, porque las mujeres adultas tienen más grasa corporal que las jóvenes.
Sin embargo, si está aumentando mucho de peso, deberás apoyarla para que adopte un estilo de vida más saludable. En lugar de concentrarse en la báscula, incentívala a comer bien y a mantenerse activa para mantenerse en forma física (y mentalmente).
No hay un momento «correcto» para comenzar la pubertad, pero la mayoría de las niñas muestran los primeros signos de la pubertad entre los 9 y 13 años. Si tu hija está experimentando una pubertad precoz, lee el artículo Apoyar a tu hija a través de la pubertad precoz o tardía para obtener consejos y sugerencias.
Si no has notado ningún cambio relativo a la pubertad antes de los 13 años, es aconsejable llevar a tu hija a un chequeo. Sin duda alguna, si tiene 16 años y no ha menstruado, debes llevarla al médico.
Las amistades pueden ser una parte difícil de la pubertad. Puede que tu hija no sea particularmente sociable, pero si en general parece feliz, no hay de qué preocuparse. Sin embargo, si las situaciones sociales le resultan complicadas, estos consejos sobre cómo ayudar a tu hijo a atravesar la pubertad pueden ayudar:
Incentívala a planear una actividad, como tener una pijamada con una amiga o jugar al fútbol en el parque.
Elogia mucho a tu hija por sus esfuerzos para elevar su autoestima.
Si carece de confianza, ayúdala a identificar a otros niños que compartan intereses similares o sugiérele que se una a un club donde pueda conocer personas con ideas afines.
Trata de no presionarla en relación con los amigos ni de hablar constantemente la situación.
No hay necesidad de que tu hija acuda al médico cuando tenga su primera menstruación. Sin embargo, debes programar una cita si se da algo de lo siguiente:
- Tiene cólicos menstruales intensos o cualquier otro dolor pélvico extremo
- Experimenta un sangrado inusualmente intenso o que dura más de siete días
- Tiene picazón vaginal, enrojecimiento, llagas, hinchazón, olor o flujo vaginal inusuales
- Está pensando en volverse sexualmente activa y necesita saber sobre los métodos anticonceptivos y los hábitos de sexo seguro
- Quizás esté embarazada
- Nota un cambio en la regularidad de sus menstruaciones después de más de un año
- Orina con frecuencia o tiene una sensación de ardor al orinar
- Tiene alguna lesión en la zona pélvica
- Ha tenido relaciones sexuales sin consentimiento o puede haber estado expuesta a una enfermedad de transmisión sexual.
Ayudar a tu hija a
atravesar la pubertad
Durante la pubertad, puede ser difícil saber qué es «normal» y qué no. En este artículo, compartimos algunas de las preocupaciones más comunes de las niñas e incluimos consejos de expertos, para que puedas estar seguro de que estás ayudando a tu hija a atravesar la pubertad de la manera correcta — y a buscar apoyo cuando ella lo necesite.
Nadie tiene por qué sufrir
un dolor menstrual insoportable.
Los cólicos regulares son un dolor prolongado de leve a medio en la parte baja del abdomen, la parte baja de la espalda e incluso la parte superior de las piernas. Estos son normales. Nuestro artículo Ayudarla a controlar el síndrome premenstrual y los cólicos está repleto de consejos útiles que puedes compartir con tu hija.
El dolor menstrual intenso no es lo mismo que los cólicos menstruales extremos. Estos son los que, con frecuencia, le impiden ir a la escuela o no disminuyen con los analgésicos de venta libre.
Entre el 5 y el 10 % de las mujeres experimentan un dolor menstrual tan intenso que perturba su vida cotidiana
Fuente: Women’s Health Concern 2017
Es más probable que se produzcan el primer día del período, o pocos días antes. Pueden ser causados por un problema médico subyacente o una afección llamada dismenorrea. En estos casos, lo mejor es hablar con el médico.
Mientras que la mayoría de las niñas esperan que les crezca vello en los brazos, las piernas y la zona púbica, ¡tu hija podría sorprenderse al ver que también crece en otros lugares! Desde el labio superior hasta los pezones y la barbilla, es normal y nada de lo que avergonzarse.
Ella puede decidir si desea extraerlo, pero no hay reglas. Puedes ayudar asegurándole que el crecimiento del vello es normal y platicando sobre las diferentes formas en que puede extraerlo, si eso es lo que ella quiere.
Mientras que muchas de nosotras experimentamos irritabilidad o mal humor durante nuestros períodos, ayudar a tu hija a atravesar la pubertad significa controlar la intensidad de sus cambios de humor premenstruales.
Si presenta cinco o más de los siguientes síntomas del síndrome premenstrual en un nivel preocupante, puede tener un síndrome llamado trastorno disfórico premenstrual (PMDD):
Tristeza profunda o desesperación, con posibles pensamientos suicidas
Llanto
Fatiga
Irritabilidad duradera y problemas de ira
Desinterés en las actividades y relaciones cotidianas
Poca energía
Sentimientos duraderos de tensión o ansiedad
Dificultad para pensar o concentrarse
Antojos de comida o atracones
Ataques de pánico
Sentirse fuera de control o abrumada
Afortunadamente, el PMMD puede controlarse con tratamiento, así que, si crees que tu hija puede estar sufriendo de ello, programa una visita al ginecólogo para obtener un diagnóstico.
El manchado intermenstrual puede ser confuso, por no decir más. Es un leve sangrado vaginal que ocurre entre las menstruaciones. Si se produce justo antes o después del período habitual, lo más probable es que sea normal. Sin embargo, si ocurre con frecuencia o de manera impredecible, considera la posibilidad de llevarla al médico.
Aunque no lo desee, es normal que aumente un poco de peso. Parte de ayudar a tu hija a atravesar la pubertad implica asegurarle que es algo natural, porque las mujeres adultas tienen más grasa corporal que las jóvenes.
Sin embargo, si está aumentando mucho de peso, deberás apoyarla para que adopte un estilo de vida más saludable. En lugar de concentrarse en la báscula, incentívala a comer bien y a mantenerse activa para mantenerse en forma física (y mentalmente).
No hay un momento «correcto» para comenzar la pubertad, pero la mayoría de las niñas muestran los primeros signos de la pubertad entre los 9 y 13 años. Si tu hija está experimentando una pubertad precoz, lee el artículo Apoyar a tu hija a través de la pubertad precoz o tardía para obtener consejos y sugerencias.
Si no has notado ningún cambio relativo a la pubertad antes de los 13 años, es aconsejable llevar a tu hija a un chequeo. Sin duda alguna, si tiene 16 años y no ha menstruado, debes llevarla al médico.
Las amistades pueden ser una parte difícil de la pubertad. Puede que tu hija no sea particularmente sociable, pero si en general parece feliz, no hay de qué preocuparse. Sin embargo, si las situaciones sociales le resultan complicadas, estos consejos sobre cómo ayudar a tu hijo a atravesar la pubertad pueden ayudar:
Incentívala a planear una actividad, como tener una pijamada con una amiga o jugar al fútbol en el parque.
Elogia mucho a tu hija por sus esfuerzos para elevar su autoestima.
Si carece de confianza, ayúdala a identificar a otros niños que compartan intereses similares o sugiérele que se una a un club donde pueda conocer personas con ideas afines.
Trata de no presionarla en relación con los amigos ni de hablar constantemente la situación.
No hay necesidad de que tu hija acuda al médico cuando tenga su primera menstruación. Sin embargo, debes programar una cita si se da algo de lo siguiente:
- Tiene cólicos menstruales intensos o cualquier otro dolor pélvico extremo
- Experimenta un sangrado inusualmente intenso o que dura más de siete días
- Tiene picazón vaginal, enrojecimiento, llagas, hinchazón, olor o flujo vaginal inusuales
- Está pensando en volverse sexualmente activa y necesita saber sobre los métodos anticonceptivos y los hábitos de sexo seguro
- Quizás esté embarazada
- Nota un cambio en la regularidad de sus menstruaciones después de más de un año
- Orina con frecuencia o tiene una sensación de ardor al orinar
- Tiene alguna lesión en la zona pélvica
- Ha tenido relaciones sexuales sin consentimiento o puede haber estado expuesta a una enfermedad de transmisión sexual.