Cómo afrontar el dolor menstrual y más
Tu hija probablemente ha oído hablar del síndrome premenstrual (SPM) y los cólicos menstruales, pero puede que no sepa exactamente qué son o cómo afrontarlos.
Para algunas personas, los síntomas del síndrome premenstrual significan sentirse un poco malhumoradas, mientras que los cólicos menstruales y los cambios de humor premenstruales pueden debilitar a otras personas.
Aprendamos más al respecto y veamos cómo puedes ayudar.
Lo más probable es que tu hija experimente al menos uno (o varios) de estos síntomas del síndrome premenstrual unos días antes de la menstruación:
Estos tienden a alcanzar su punto máximo justo antes del comienzo de la menstruación de una niña y desaparecen durante la menstruación.
Los cambios de humor premenstruales pueden variar en intensidad, desde una leve irritabilidad o enojo hasta ansiedad y llanto.
Ayuda a tu hija a afrontar lo que puede parecer una montaña rusa de emociones al incentivarla a lo siguiente:
Practicar ejercicios de respiración profunda – los ejercicios meditativos pueden calmar la mente y el cuerpo.
Mantener una dieta sana y equilibrada – es posible que tenga antojos de comida chatarra durante su período, pero las grandes cantidades de sal, azúcar y grasa pueden hacer estragos en su estado de ánimo.
Hacer ejercicio regularmente: sugiérele mantenerse activa por lo menos 20 minutos al día, aunque sea dar una caminata rápida.
Dormir bien – incentívala a dormir por lo menos ocho horas, especialmente la semana previa al período.
Los cólicos menstruales pueden sentirse como un dolor agudo y punzante que puede hacerla doblarse del dolor o un dolor persistente que se extiende por su vientre y la parte baja de la espalda. Algunas niñas también experimentan mareos, náuseas, diarrea o incluso vómitos.
Si tu hija sufre de cólicos premenstruales, puede intentar una combinación de estos pasos:
1. Mantenerse activa - el ejercicio y el estiramiento pueden aliviar los cólicos premenstruales
2. Acostarse/frotarse su abdomen para relajar los músculos
3. Tomar un baño caliente
4. Usar una bolsa de agua caliente en la parte baja del abdomen
5. Pedirle al médico remedios o medicamentos herbales para aliviar los síntomas
Si tu hija aún tiene problemas para sobrellevar la situación, ya sea por los intensos cólicos menstruales o por su mal humor, puede que valga la pena sugerirle que lleve registre sus síntomas menstruales durante dos o tres ciclos. Entonces puede llevar esto cuando visite al ginecólogo para comprobar si todo está bien.
¿Quieres saber más sobre la pubertad y la menstruación?

Cuando sea momento de hablar de sentimientos y relaciones sexuales, lee este artículo
Cómo afrontar
el dolor menstrual y más
Tu hija probablemente ha oído hablar del síndrome premenstrual (SPM) y los cólicos menstruales, pero puede que no sepa exactamente qué son o cómo afrontarlos.
Para algunas personas, los síntomas del síndrome premenstrual significan sentirse un poco malhumoradas, mientras que los cólicos menstruales y los cambios de humor premenstruales pueden debilitar a otras personas.
Aprendamos más al respecto y veamos cómo puedes ayudar.
Lo más probable es que tu hija experimente al menos uno (o varios) de estos síntomas del síndrome premenstrual unos días antes de la menstruación:
Dolores de cabeza
Malestar estomacal
Cólicos premenstruales
Manchas/acné
Cambios de humor premenstruales
Hinchazón
Estos tienden a alcanzar su punto máximo justo antes del comienzo de la menstruación de una niña y desaparecen durante la menstruación.
Los cambios de humor premenstruales pueden variar en intensidad, desde una leve irritabilidad o enojo hasta ansiedad y llanto.
Ayuda a tu hija a afrontar lo que puede parecer una montaña rusa de emociones al incentivarla a lo siguiente:
Practicar ejercicios de respiración profunda – los ejercicios meditativos pueden calmar la mente y el cuerpo.
Mantener una dieta sana y equilibrada – es posible que tenga antojos de comida chatarra durante su período, pero las grandes cantidades de sal, azúcar y grasa pueden hacer estragos en su estado de ánimo.
Hacer ejercicio regularmente: sugiérele mantenerse activa por lo menos 20 minutos al día, aunque sea dar una caminata rápida.
Dormir bien – incentívala a dormir por lo menos ocho horas, especialmente la semana previa al período.
Los cólicos menstruales pueden sentirse como un dolor agudo y punzante que puede hacerla doblarse del dolor o un dolor persistente que se extiende por su vientre y la parte baja de la espalda. Algunas niñas también experimentan mareos, náuseas, diarrea o incluso vómitos.
Si tu hija sufre de cólicos premenstruales, puede intentar una combinación de estos pasos:
1. Mantenerse activa - el ejercicio y el estiramiento pueden aliviar los cólicos premenstruales
2. Acostarse/frotarse su abdomen para relajar los músculos
3. Tomar un baño caliente
4. Usar una bolsa de agua caliente en la parte baja del abdomen
5. Pedirle al médico remedios o medicamentos herbales para aliviar los síntomas
Si tu hija aún tiene problemas para sobrellevar la situación, ya sea por los intensos cólicos menstruales o por su mal humor, puede que valga la pena sugerirle que lleve registre sus síntomas menstruales durante dos o tres ciclos. Entonces puede llevar esto cuando visite al ginecólogo para comprobar si todo está bien.
Lucia, de 14 años, ha tenido cólicos premenstruales desde que empezó a menstruar a los 11 años. Esta es su historia.
«Mi síndrome premenstrual no es muy intenso; a veces solo tengo malestar estomacal o estoy algo malhumorada y, al principio, los dolores menstruales eran leves. Pero, después de un año, empezaron a empeorar.
Recuerdo que un día me preparaba para ir a la escuela y vomité, luego me acosté en el piso del baño porque estaba frío y yo sudaba. Mi madre me dio algunos analgésicos, pero no me ayudaron. Pensé: «¡Odio ser mujer y no quiero volver a menstruar!».
Eso sucedió otras dos veces, así que fuimos al médico y me dijo que tengo cólicos premenstruales intensos, o dismenorrea.. Me recetó un medicamento que al principio me daba un poco de miedo tomar. Pero, cuando la escuela me envió a casa al día siguiente, tomé una pastilla, cerré las cortinas, me acostéy me desperté sintiéndome mucho mejor.
Ahora me resultamucho más fácil controlar los cólicos premenstruales.No siempre tomo una pastilla. Si se presentan en la escuela y no son muy fuertes, voy al baño y hago algunos estiramientos y sentadillas para aliviar el dolor. En casa, hago más estiramientos o me acurruco en la cama con una bolsa de agua caliente. También me pongo una máscara para dormir y pongo música de hipnosis en mi teléfono para poder dormir. ¡Y bebo mucha agua,lo que parece ayudar a quitar los dolores!;
¿Quieres saber más sobre la pubertad y la menstruación?

Cuando sea momento de hablar de sentimientos y relaciones sexuales, lee este artículo